martes, 14 de diciembre de 2010

Otro día negro para Juárez

Hola, buenas noches:

Hoy escribo solo para dar a conocer mi tristeza por la situación que estamos pasando los que quedamos por aquí en Juárez, pues hoy me tocó ver y oir las noticias --que por cierto ya no son noticias, sino ejecuciones y sus devidados de la violencia: pero estuvo en la lista el Doctor Betancourt.
Tan generoso doctor, que creo que al pueblo si le dolió bastante pues escuché en el canal 44 un comentario de una sra. Llorando la tragedia, pues según esto hacía consultas sin cobrar y a veces regalaba los aparatos ortopédicos si la persona no contaba con medios para obtenerlos. Y oir llorar a esa sra. Me entristecí yo y eso que no lo conocía, pero no entiendo hasta donde va a llegar esta crueldad que se lleva entre las patas a esta gente con estos valores, y quisiera que alguien parara estas cosas que yo si se quién puede y todo mundo sabe y debe reconocer que nada más el que tiene el poder para como hizo el mundo, así puede deshacer estas crueldades y ponernos un corazón sensible a todos para que no pasen estas cosas.
Sólo Dios, Jehova, puede, solo él.

Tocando otro tema, hoy creo que la gente que vivimos aquí aún tenemos el aliento para seguir o fingimos tener aliento como para sonreír y tratar de tapar esto, haciendo y organizando ayudas para las fechas próximas de navidad para que de pilón no tengamos trabajo ni para los tamales, con estas ayudas de radiomegatón pidiendo despensas para los más pobres de Juárez creo que en lugar de sentirte tranquilo a ratos todavía van y te recalcan tu jodidez llevándote lo que recolectan, después de anunciar y pedir ayuda para los que estamos jodidos de que todos estamos sensibles por la ejecución de algún conocido o vecino, o hasta algunas veces familiar.
Imagínense los que pasamos esto y todavía van y te llevan una despensa a raíz de tanto rogarle al público a cooperar mandando para ti o para el que vive en desgracia.

Bueno ya me despido y el que lea este pensamiento de antemano le doy gracias por dedicar algunos minutos de su tiempo.